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3 secretos de Dios para ser injodible

Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado
– Isaías 26:3

Tienes la oportunidad de conocer a Dios en su plenitud que es el amor. El amor de Dios te permite tener el control de las situaciones para que nada ni nadie te quite la paz, te robe la tranquilidad, ni te perturbe.

Aplica y trae a tu consciencia, estos 3 consejos que provienen del carácter de Cristo Para Ser Injodible.

 

  1. Convierte el problema en una oportunidad. Convierte la oportunidad en una bendición.

Estar en este plano material, implica que tengamos situaciones, perturbaciones, aflicciones, pruebas, inconvenientes, retos, como lo quieras llamar, pero entiende que las situaciones no te definen.

Estar vivos representa todo, con lo bueno y con lo malo, pero está en ti, en tu amor a Dios y en la actitud con la que asumas las situaciones lo que harán la diferencia.

No temas ante los problemas y las situaciones por difíciles que parezcan, descansa tu dolor y preocupación en Dios porque Él está contigo, te va a levantar y te dará la victoria.

Cuando pasamos por situaciones que nos afligen, muchas veces nos quedamos en la queja y en el dolor, y está bien sentir el dolor, lo que no está bien es quedarse ahí.

No le digas a Dios que tienes un gran problema, dile a tu problema que tienes un gran Dios y que él te soportará y te dará el poder y la fuerza que habita en ti para superarlo.

Somos espíritu, cuerpo y alma. Es normal que quieras romper tus ropas cuando te desesperas. Cuando sientas que no puedes más, que no aguantas más, permítete sentir tu dolor, quéjate, pero habla con Dios.

No salgas a buscar afuera una solución momentánea que te brinde placer solo por un momento. Quéjate de tu dolor, acompaña tu dolor, tu queja y tu reclamo con Dios, que es quien te ama infinitamente y estará para soportarte y levantarte.

Sentir y vivir el dolor te ayudará a ver las oportunidades

Entrega tu dolor, preocupación y descansa tu problema en Dios, él estará presente para recibirlo. Es justo en ese momento que tu dolor se convierte en una bendición porque permites que Dios te ayude a resolverlo de la mejor manera

Entre mas te quedes lamentándote y quejandote, más te vas a demorar en levantarte

Así que: quéjate rápido, sufre rápido y suelta rápido para que puedas experimentar las bendiciones en todas las pruebas que la vida te presente

 

  1. Mira a las personas con misericordia

Todos en algún momento de nuestras vidas hemos estado enfermos.

Cuando alguien te hiere, te maltrata, te hace daño, te vitupera, es porque tú decides entregar la energía y paz que habitan en ti.

Cuando pases por situaciones que “te saquen la piedra”, que te hieran y que te duelan, siente y piensa como si esa persona estuviera enferma, porque lo que el otro dice, habla más de lo que hay en su corazón que lo que eres o tienes tú.

Cuando aprendes a ver a quien te hace daño como una persona enferma, no lo juzgas, lo tratas con misericordia.

No mires a las personas desde un corazón dolido y afectado, porque si tu tienes a Dios en tu corazón, decides a quién le entregas tu paz y tu tranquilidad.

 

  1. El hombre no tiene la última palabra.

Recuerda: el único que tiene la última palabra es Dios.

El mundo puede mostrarte lo que sea, tu puedes ver con tus ojos lo contrario.

Dios es experto en transformar, en crear bendiciones, en convertir un valle de sombra y muerte en un lugar de luz.

Entonces cuando alguien te dice algo, elige escuchar la voz de Dios. Esa persona que te hiere, te humilla o te maltrata no tiene la última palabra, tampoco tú, solo Dios. Cuando entiendes esto, te liberas, te sueltas y le entregas la carga a Dios, porque lo que Él diga y ponga en nuestro camino siempre será perfecto.

Da siempre lo mejor de ti y Dios se encargará de que sea posible

Para ver el video 3 Secretos para ser injodible,  haz clic aquí

Dios te bendiga,

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